Fue el convento de San Ildefonso habitado por carmelitas durante 6 años, pasando después a los dominicos. Las principales órdenes religiosas radicadas en Cantabria en está época (s. XVI) eran los ya nombrados dominicos y los franciscanos. Está últimos poseían conventos en las Cuatro Villas de la Costa y en Reinosa. La ubicación de los mismos era muy importante ya que al ser órdenes mendicantes, tenían que vivir de las rentas. Cuando llegan los dominicos a Cantabria las mejores zonas están ocupadas por los franciscanos. La primera fundación será la de Santillana del Mar, la segunda Ajo, a la que seguirán Las Caldas de Besaya, Potes y Montesclaros. Conventos situados más al interior, más aislados y más pobres. La mayoría de estos conventos depende de Valladolid, y son seguidores de una mayor observancia; el único que no lo hace es el de Santillana. Por último, los jesuitas llegaran a Cantabria en 1595, estableciéndose en Santander.
Hay que tener en cuenta también que las directrices del Concilio de Trento tardarán en llegar a Cantabria, donde existe un clero regular escaso y la orografía lo dificultan.
En el siglo XVII se produce la difusión del Clasicismo, caracterizado por iglesias de una sola nave, con capillas entre contrafuertes. El modelo del convento de Ajo es más austero, con una iglesia de una sola nave, sobre pilastras, con abovedamientos clasicistas de cañón en la nave y presbiterio; y bóveda de media naranja sobre pechinas en el crucero. El coro alto se sitúa a los pies del edificio, y su función está supeditada a la liturgia de las horas de los religiosos.
Son los conventos los que difundirán por Cantabria el estilo Clasicista; y muchas veces tirarán de arquitectos pertenecientes a las mismas órdenes para su construcción.
El convento de Ajo fue fundado en 1588 por Alonso de Camino, nacido en Ajo, fue un hombre que llegó a muy importantes cargos en la Corte de Felipe II, el cual le nombra Señor de Pie de Concha, Bárcena y Cobejo; estando casado con Luisa de Bonifaz. Una vez construido se lo quiere dar a los carmelitas, a cambio de que enseñen gramática y moral a las gentes de Ajo, por lo tanto desea que sea colegio. El mismo pide ser enterrado en él; y desea que sirva de templo parroquial, debido a la distancia a la que se encuentra la parroquial de Ajo. Para todo ello le dota de 600 ducados anuales.
Al final los carmelitas se van, sobre las causas dos versiones; la primera, que fueron expulsados por no cumplir lo acordado; la segunda, la que aducen los carmelitas, que al no encontrar huevos porque no había, les impedía cumplir la abstinencia, por lo que decidieron irse.
En 1594 está construida la iglesia, siguiendo el modelo de las iglesias carmelitanas; así como parte del claustro. El fundador ofrece 800 ducados anuales a los dominicos, se compromete a costear el retablo mayor y dos laterales, así como nuevas dependencias, la biblioteca, etc.
El convento debe funcionar como colegio y a Alonso de Camino le deben de guardar unos aposentos en el convento para su uso. La tribuna tapiada, daría a la vivienda del fundador, que construyó al otro lado del claustro.
En 1596 muere Alonso de Camino, sin testar, pero dejando una manda para dar al convento, pero la mujer no la cumple. Al morir su único hijo, todo pasa a su mujer, quedando en la familia de la misma como dote de su matrimonio, al ser ella noble. En 1612 es enterrado Alonso Camino en la iglesia, pasando el convento a las sobrinas de la mujer. En todo este tiempo la mujer solo les da 50 ducados anuales, frente a los 600 prometidos. Así en 1672 solo hay un fraile en San Ildefonso de Ajo.
-Isabel Cofiño. Convento de San Ildefonso de Ajo. Lecciones de Arte y Patrimonio (4-02-12). Aula de Patrimonio Cultural. Universidad de Cantabria.
Pueblo: Ajo
Municipio: Bareyo
Comarca: Trasmiera
Fecha: 28-08-15
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