Cantabria ha sido y es cuna de excelentes fundidores de campanas. Los Hermanos Portilla somos el mayor exponente de esta tradición. Fabricamos campanas con nombre propio.
En el taller de los Hnos. Portilla, Abel ha desarrollado su profundo interés por este patrimonio histórico, aportando importantes mejoras tras el minucioso estudio de las difíciles técnicas de sus antepasados. Abel Portilla ha conseguido importantes felicitaciones por un trabajo sorprendente, en el que el fundidor compromete su prestigio tanto fundiendo en sus talleres, como a pie de torre.
Un proyecto de enriquecimiento cultural
En nuestras históricas instalaciones cántabras de Vierna, abiertas al público, fundimos las campanas como se viene haciendo desde hace siglos.El centro que Abel Portilla ha creado en Vierna, Cantabria, ubicado en la antigua fundición de sus ancestros, es un lugar privilegiado para descubrir el mundo de la campana. Aquí el visitante puede ver como se funde una campana, como se trabajan los metales además de un sin fin de procesos artesanales del oficio de campanero.
El centro de Vierna propone un lugar de encuentro, una experiencia de intercambio y un núcleo de estudio para el mundo de la campana, vivo y dinámico. Todo ello enmarcado en el bello marco de Cantabria.
Etnógrafos, historiadores, campaneros, músicos, musicólogos, constructores de instrumentos y curiosos son bienvenidos en Vierna
San Bartolomé de Vierna pertenece a la antigua Junta de Siete Villas. Este entorno es un lugar tradicionalmente vinculado a la fundición de campanas desde hace siglos.
Nuestro centro puntualmente organiza eventos artísticos. En Vierna han actuado artistas relacionados con el mundo sonoro de la campana.
En verano celebramos nuestra anual reunión de campaneros en colaboración con el ayuntamiento de Meruelo.
El museo de la Campana de Meruelo es el inicio de un sueño largamente acariciado por un grupo de personas amantes de esta tradición con gran arraigo en la antigua Junta de Siete Villas, aglutinada especialmente en el Centro Cultural de las Campanas de Meruelo.
El apoyo del Ayuntamiento de Meruelo y la ilusión de un artesano, Abel Portilla, de larga ascendencia de campaneros, han hecho realidad este Museo de la Campana.
Abel, artesano de larga ascendencia de campaneros, los Portilla, recuerda como en las frías tardes de invierno, al salir de la escuela, se acercaba al calor del fuego en el viejo taller familiar.
Continúa diciéndonos con sus propias palabras: Nosotros éramos campaneros, siempre lo habíamos sido y yo también lo sería.
Era una tradición y yo estaba dispuesto a continuarla, a profundizar en el estudio de este viejo oficio artesano.
Mi interés se centraba en fijarme en el más mínimo detalle que traspasado de padres a hijos suponía un gran pozo de sabiduría en torno a este difícil arte.
Muchas veces soñé con ese viejo y mágico libro que contenía las notas de nuevas experiencias, y que yo acompañé con lecturas de antiguos libros, tal vez llegados de remotas tierras, traídos por mercaderes y viajantes.
Sobre él he volcado toda mi experiencia, recogida a través de los años en los que he ido fundiendo el metal de mil y una maneras, con formas una y otra vez corregidas para presentar algo que amo con pasión y profunda ilusión: las campanas.
Abel Portilla gracias a su bagaje cultural y sobre todo a su sensibilidad y carácter, otorga a aquello que realiza de una calidad excepcional.
Muchas de las campanas que suenan y han sonado en las torres de las iglesias del País Vasco han sido fabricadas en Cantabria, tierra por antonomasia de campaneros
De los primeros maestros fundidores de la saga Portilla del que tenemos noticias en los hermanos Marcos y Eduardo Portilla Linares, quienes aprendieron el oficio Constantino Linares Ortiz, tío de Marcos que tenía su taller de fundición en Carabanchel Bajo (Madrid).
Marcos y Eduardo Portilla Linares montan su taller en San Bartolomé de Vierna, barrio de Muriedes (Cantabria). Allí aprenden el oficio los hijos de Marcos: Marcos, Miguel, Marcelino y Mario Portilla Matanza.
Miguel y Marcelino Portilla Matanza marchan en 1940 a Bogota en donde se dedican a fundir campanas hasta que en 1968 vuelven y se instalan en Muriedes (Cantabria).
Marcos Portilla Matanza, el mayor de los hermanos, se casa y pasa a vivir a Pedreña, en donde se dedica al transporte de paja, carbón y “lo que salía” hasta que en 1990 muere en accidente de circulación. Tenía 33 años.
Abel marcha a Sau Paulo en Brasil en donde trabaja con el fundidor de campanas italiano Crespi.
A su vuelta el abuelo Marcos Portilla Linares, el tío Miguel Portilla Matanzas y los hermanos Abel y Marcos Portilla Bedia y su primo Melchor Bedia, montan un taller de fundición de campanas en Pedreña. Hoy en día continúa en el oficio en su taller de Gajano, los hermanos Abel y Marcos Portilla Bedia y el primo Melchor Bedia Oria. Abel nace en 1958. Está casado y tiene dos hijos.
http://www.euskonews.com/artisautza/0547zbk/arti54701es.html
http://www.campanashportilla.com/
Pueblo: Vierna
Municipio: Meruelo
Comarca: Trasmiera
Fecha: 23-08-15
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