Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción:
Los tres tramos que conforman su cuerpo de naves muestran al exterior tres ventanas de distinto diseño. La primera de ellas presenta arco apuntado, abocinamiento moldurado a base de baquetones y tracería interior tardogótica, formando un arco conopial, lo que la sitúa en el tránsito de los siglos XV y XVI.
La segunda ventana, también abocinada, que parece inspirarse en la anterior, presenta ya un arco de medio punto y su tracería interior se ha simplificado, pudiendo ser datada a mediados del siglo XVI; por último, el tercer tramo se ilumina a través de un sencillo vano rectangular, de mediados del siglo XVII.
Estas tres fases constructivas patentes al exterior encuentran su correspondencia en el interior del templo tanto en los soportes como en los arcos. Así, la capilla mayor incluye en sus ángulos semicolumnas de fuste liso y listel frontal, rematadas con capiteles de ábaco poligonal y equino decorado con tallos vegetales y escudos de perfil gótico, clasificables como piezas tardogóticas de finales del siglo XV o principios del XVI. Estos soportes angulares se corresponden con los pilares góticos, parcialmente conservados, que sostienen el primer arco apuntado de la nave central, se trata de pilares de núcleo romboidal con baquetones adosados, que incluyen de forma individualizada basas prismáticas.
Estos pilares sufrieron una profunda transformación al reformarse las naves laterales quedando embutidos en una estructura de sección irregular, cercana al modelo cruciforme. Cada baquetón incluye capiteles semejantes a los de la cabecera, decorados con motivos vegetales. Estos soportes sustentan en la nave central un arco apuntado de perfil moldurado que corresponde a las mismas fechas (c. 1500).
El siguiente modelo de soporte lo constituyen los pilares empleados entre el segundo y tercer tramo de naves. En este caso se desarrollan ya sobre una sección circular, adosándose a este núcleo finos baquetones con basas poligonales independientes y una pilastra semiexagonal frontal con semejante basa y pequeño capitel a media altura, decorado con bolas. El resto de baquetones carecen de capitel, prolongándose sin solución de continuidad hasta enlazar con los nervios de las bóvedas. Su datación se situaría entre 1530 y 1550.
Tras la reconstrucción del último tramo del edificio se llevaría a cabo la ornamentación pictórica de las bóvedas de la nave central, fechadas en 1654.
La de los últimos tramos emplea, en una alternancia tricolor de tonos rojizos, blancos y negros, motivos geométricos de diseño y distribución semejante a la que por aquellos años era habitual en las cubiertas de yesería clasicista.
La bóveda correspondiente al primer tramo y cabecera insiste en el tema de la cornucopia, repintada en 1821, momento en el que pudo alternarse su iconografía.
En mayo de 1656 se iniciaría una nueva reforma en el templo. los maestros de cantería Santos de Cañizo, Blas Pérez de Irías y Agustín de Higuera se comprometen a hacer "las tres capillas y Misterio y sacristía" de esta iglesia, obra que realizaron entre 1656 y 1661.
El término "misterio" aquí empleado hacen suponer que la labor que llevaron a cabo fue la construcción del camarín que se sitúa tras la capilla mayor, que pudo actuar como nueva sacristía y que está estructurado en tres tramos.
Estas obras fueron dadas por bien realizadas en 1665 por el maestro de cantería de Liérganes Tomás de la Portilla.
Entre 1661 y 1663 se produjo un fuerte impulso constructivo, fruto del cual pudo ser la reforma de los antiguos soportes, la construcción de la portada principal y el abovedamiento de las naves laterales.
- Karen Mazarrasa Mowinckel, Mª Eugenia Escudero Sánchez, Julio J. Polo Sánchez. Miera. Catálogo del Patrimonio Cultural de Cantabria I (2000)
Pueblo: La Cárcoba
Municipio: Miera
Comarca: Trasmiera
Fecha: 21-11-15
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