Iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Rucandio:
El templo parroquial de Rucandio es de planta octogonal, algo excepcional en la arquitectura religiosa de Cantabria. Es una de las características del Barroco Italiano los espacios centralizados y el construir la iglesia en un alto, como muestra del dominio del hombre sobre la naturaleza.
Estas pilastras se continúan a modo de nervios, decorados por yeserías muy carnosas, que coinciden en un octógono central.
Pablo Féliz Rabiella trabaja por estos años en diferentes obras del arzobispado de Zaragoza, por lo que podrían ser las de Rucandio obra suya.
En los muros se abren nichos adornados por cuadros, estos arcosolios sirven para dar plasticidad al muro. Es claro que los diseños vienen de Zaragoza.
El retablo se construye hacia 1740, pertenece al Churrigueresco final, las tres calles están marcadas por estípites. Está presidido por la imagen de bulto redondo de Santa María Magdalena.
Es un retablo cascarón, esto es, que se inserta en el muro, muy del ámbito aragonés, podría ser obra de los Ramírez, que trabajan para el arzobispo Tomás Crespo de Agüero en Zaragoza.
En la calle central se encuentra un cuadro de la Inamculada, sobre el que se sitúa la imagen de María Magdalena, en el ático un Calvario, con el Crucificado y a ambos lados la Virgen María y San Juan. En las calles laterales están situadas las imágenes de San José con el Niño en brazos y al otro lado San Joaquín, padre de la Virgen María. Estas dos figuras han podido ser añadidas posteriormente.
Existen tres cuadros repartidos por los muros del templo con los temas del Ecce Homo, San Pablo Ermitaño y La Duda de Santo Tomás, relacionados con la escuela tenebrista de Ribera, del siglo XVII.
Pila bautismal sobre la que se encuentra un Niño Jesús de vestir, típico de los conventos de clausura.
Nada más entrar en la iglesia a mano derecha se encuentra el Baptisterio, con una sobria pila bautismal, de una sola pieza.
En el lado del Evangelio se encuentra esta talla de San Antonio de Padua, podría ser una de las que se sustituyó para poner las de San José y San Joaquín, en el retablo mayor
Cepillos destinados a recoger los donativos para San Antonio y para San Roque.
Una de las puertas de la sacristía, con la curiosidad de haber abierto un hueco y colocado en él una celosía para que así sirva de confesionario. La sacristía abraza el presbiterio, teniendo dos puertas, a ambos lados del mismo.
Aguamanil de la sacristía del templo parroquial, con una inscripción en la que aparece la fecha de 1740.
-Isabel Cofiño. Doctora en Historia. Lecciones de Arte y Patrimonio: El Barroco en Cantabria. Aula de Patrimonio Cultural de la Universidad de Cantabria.
Pueblo: Rucandio
Municipio: Riotuerto
Comarca: Trasmiera
Fecha: 19-02-11
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