viernes, 30 de junio de 2017

Vierna

San Bartolomé de Vierna, Centro de campanas de los Hnos. Portilla:
 Cantabria ha sido y es cuna de excelentes fundidores de campanas. Los Hermanos Portilla somos el mayor exponente de esta tradición. Fabricamos campanas con nombre propio.

 En el taller de los Hnos. Portilla, Abel ha desarrollado su profundo interés por este patrimonio histórico, aportando importantes mejoras tras el minucioso estudio de las difíciles técnicas de sus antepasados. Abel Portilla ha conseguido importantes felicitaciones por un trabajo sorprendente, en el que el fundidor compromete su prestigio tanto fundiendo en sus talleres, como a pie de torre.


Un proyecto de enriquecimiento cultural

En nuestras históricas instalaciones cántabras de Vierna, abiertas al público, fundimos las campanas como se viene haciendo desde hace siglos.

 El centro que Abel Portilla ha creado en Vierna, Cantabria, ubicado en la antigua fundición de sus ancestros, es un lugar privilegiado para descubrir el mundo de la campana. Aquí el visitante puede ver como se funde una campana, como se trabajan los metales además de un sin fin de procesos artesanales del oficio de campanero.
 El centro de Vierna propone un lugar de encuentro, una experiencia de intercambio y un núcleo de estudio para el mundo de la campana, vivo y dinámico. Todo ello enmarcado en el bello marco de Cantabria.

 Etnógrafos, historiadores, campaneros, músicos, musicólogos, constructores de instrumentos y curiosos son bienvenidos en Vierna

 San Bartolomé de Vierna pertenece a la antigua Junta de Siete Villas. Este entorno es un lugar tradicionalmente vinculado a la fundición de campanas desde hace siglos.

 Nuestro centro puntualmente organiza eventos artísticos. En Vierna han actuado artistas relacionados con el mundo sonoro de la campana.

 En verano celebramos nuestra anual reunión de campaneros en colaboración con el ayuntamiento de Meruelo.

 El museo de la Campana de Meruelo es el inicio de un sueño largamente acariciado por un grupo de personas amantes de esta tradición con gran arraigo en la antigua Junta de Siete Villas, aglutinada especialmente en el Centro Cultural de las Campanas de Meruelo.

 El apoyo del Ayuntamiento de Meruelo y la ilusión de un artesano, Abel Portilla, de larga ascendencia de campaneros, han hecho realidad este Museo de la Campana.

 Abel, artesano de larga ascendencia de campaneros, los Portilla, recuerda como en las frías tardes de invierno, al salir de la escuela, se acercaba al calor del fuego en el viejo taller familiar.

 Continúa diciéndonos con sus propias palabras: Nosotros éramos campaneros, siempre lo habíamos sido y yo también lo sería.

 Era una tradición y yo estaba dispuesto a continuarla, a profundizar en el estudio de este viejo oficio artesano.

 Mi interés se centraba en fijarme en el más mínimo detalle que traspasado de padres a hijos suponía un gran pozo de sabiduría en torno a este difícil arte.

 Muchas veces soñé con ese viejo y mágico libro que contenía las notas de nuevas experiencias, y que yo acompañé con lecturas de antiguos libros, tal vez llegados de remotas tierras, traídos por mercaderes y viajantes.

 Sobre él he volcado toda mi experiencia, recogida a través de los años en los que he ido fundiendo el metal de mil y una maneras, con formas una y otra vez corregidas para presentar algo que amo con pasión y profunda ilusión: las campanas.

 Abel Portilla gracias a su bagaje cultural y sobre todo a su sensibilidad y carácter, otorga a aquello que realiza de una calidad excepcional.

 Muchas de las campanas que suenan y han sonado en las torres de las iglesias del País Vasco han sido fabricadas en Cantabria, tierra por antonomasia de campaneros

 De los primeros maestros fundidores de la saga Portilla del que tenemos noticias en los hermanos Marcos y Eduardo Portilla Linares, quienes aprendieron el oficio Constantino Linares Ortiz, tío de Marcos que tenía su taller de fundición en Carabanchel Bajo (Madrid).

 Marcos y Eduardo Portilla Linares montan su taller en San Bartolomé de Vierna, barrio de Muriedes (Cantabria). Allí aprenden el oficio los hijos de Marcos: Marcos, Miguel, Marcelino y Mario Portilla Matanza.

 Miguel y Marcelino Portilla Matanza marchan en 1940 a Bogota en donde se dedican a fundir campanas hasta que en 1968 vuelven y se instalan en Muriedes (Cantabria).

 Marcos Portilla Matanza, el mayor de los hermanos, se casa y pasa a vivir a Pedreña, en donde se dedica al transporte de paja, carbón y “lo que salía” hasta que en 1990 muere en accidente de circulación. Tenía 33 años.

 Abel marcha a Sau Paulo en Brasil en donde trabaja con el fundidor de campanas italiano Crespi.

A su vuelta el abuelo Marcos Portilla Linares, el tío Miguel Portilla Matanzas y los hermanos Abel y Marcos Portilla Bedia y su primo Melchor Bedia, montan un taller de fundición de campanas en Pedreña. Hoy en día continúa en el oficio en su taller de Gajano, los hermanos Abel y Marcos Portilla Bedia y el primo Melchor Bedia Oria. Abel nace en 1958. Está casado y tiene dos hijos.

http://www.euskonews.com/artisautza/0547zbk/arti54701es.html
http://www.campanashportilla.com/


Pueblo: Vierna
Municipio: Meruelo
Comarca: Trasmiera
Fecha: 23-08-15

viernes, 23 de junio de 2017

Meruelo

 En el barrio de La Aguachica casona en estado casi de ruina que conserva en la fachada del piso principal un escudo sin labrar, en el que está pintado un tema eucarístico (cáliz y una forma), siguiendo la decoración pictórica a su alrededor.

Pueblo: San Miguel de Meruelo
Municipio: Meruelo
Comarca: Trasmiera
Fecha: 30-08-15

viernes, 16 de junio de 2017

Meruelo

La casa-solar de los Vierna en el barrio de Vierna se quemó y únicamente resta un rollo heráldico con un escudo timbrado por yelmo y en su único cuartel un árbol con bordura cargada de veneras, representación de las armas de Vierna.

En 1550 se documenta como señor de esta casa a don Pedro Gutiérrez de Vierna y a ella perteneció el último de los grandes maestros canteros trasmeranos, Marcos de Vierna Pellón, que ya consta  documentado desde 1733 en la provincia de León.

Al año siguiente construyó la sacristía del santuario de Nuestra Señora de los Remedios de Meruelo y reformó la iglesia de San Bartolomé de Vierna.

Intervino en 1735 en la reparación de los muelles de Castro urdiales; a él se le atribuye la casa de los Ruiz de la escalera en Bádames (Voto) y entre 1737-40 se encontraba trabajando en Burgos.

Desde 1747 aparece vinculado a los negoscios de don Juan Fernández de Isla.

En 1749 intervino en el camino Santander-Burgos que iba por Reinosa, comenzando una trayectoria que le llevaría a ser comisario general de los ejércitos, directos de los caminos del Reino y diputado general de la Merindad de Trasmiera.




-M. A. Aramburu-Zabala, I. Cofiño Fernández, C. Losada Varea. La Junta de Siete Villas. Meruelo. Catálogo del Patrimonio Cultural de Cantabria, II. 2001.

Pueblo:Vierna
Municipio: Meruelo
Comarca; Trasmiera
Fecha: 17-03-12 / 23-08-15

viernes, 9 de junio de 2017

Meruelo

Santuario de Nuestra Señora de los Remedios:
La primera referencia escrita sobre la existencia del Santuario de los Remedios procede de un cuadro al óleo que actualmente existe en el mismo, y que nos habla de la aparición de la Virgen a una pastora de Meruelo el año 1629, suceso del que no queda rastro documental en los archivos de los escribanos de Siete Villas ni en los registros de la iglesia parroquial de San Mamés, al que pertenece el lugar donde está enclavado dicho santuario, por no haberse conservado el primer Libro de Fábrica de dicha parrqouia; solamante el referido cuadro nos ilustra sobre la pretendida aparición.

 Sobre el Santuario de los Remedios y su hospedería tenemos una referencia sobre su antigüedad, como es la imagen de la Virgen que en él se venera. Se trata de una talla de 32,50 centímetros de altura de bella factura, que sostiene en un brazo derecho al Niño Jesús y en su mano izquierda de lo que con seguridad es una pera, y el Niño Jesús en la derecha lo que pudiera ser una ciruela.

 Miguel Ángel Aramburu-Zabala Higuera confirma que se trata de una talla de factura flamenca, del siglo XV y posiblemente tallada en el propio Flandes. Esto nos lleva a situar la existencia del santuario en plena Edad Media, aunque su historia docuemntal comience a principios del siglo XVII.

 En 1639 sale María del Solar como ermitaña, lo que provocó el cambio y transformación en Beaterio. Una comunidad de beatas que se dedicaban al trabajo de la hacienda del Santuario, a pedir limosnas para el Culto, a la oración, y al cuidado del edificio y de los romeros que acudían.

Vemos como el Concejo de Meruelo en fecha imprecisa transforma la ermita de la Virgen de los Remedios en un beaterio, al estilo del que existía muy cerca de allí en el Santuario de Nuestra Señora de Fresnedo, en el lugar de Solórzano, perteneciente a la Junta de Cesto.


-Luis de Escallada González. Historia del Santuario de Nuestra Señora de los Remedios. 2008.

 La fiesta de la Virgen de los Remedios se celebra el primer fin de semana de junio, como recoge la autorización para así hacerlo, colgada en los muros del templo. Tanto el sábado, como el domingo hay varias misas, siendo la más solemne la del domingo por la mañana, que si el tiempo lo permite se celebra en el exterior del templo, tras la cual sacan a al imagen de la Virgen en procesión. Es costumbre el subir a pasar el día las familias,  concentrándose en los alrededores del templo. Hay puestos de venta ambulante, bar y diversas actuaciones para niños y mayores. El domingo el Ayuntamiento prepara una comida que reparte a todo el que se acerca, por un precio simbólico.

Pueblo: San Mamés de Meruelo
Municipio: Meruelo
Comarca: Trasmiera
Fotos: 6-06-15 / 4-06-16

viernes, 2 de junio de 2017

Meruelo

 Santuario de Nuestra Señora de los Remedios
El origen de este santuario se remonta a 1629, momento en que, según reza la cartela de un cuadro que se encuentra en el presbiterio, se apareció la Virgen María a María Magdalena de Pellón, vecina de Meruelo.

Este suceso trajo consigo la construcción de un edificio en honor a la Virgen en el sitio donde había tenido lugar esta aparición, si bien carecemos de datos concreto sobre su proceso constructivo.

 Lo único que podemos señalar a este respecto es que el santuario ya estaba edificado en 1649, pues ese año se contrató la construcción de sesenta tapias para cerrar el terreno de la ermita.

 Esto evidencia que el cuerpo principal del edificio se realizó durante la primera mitad del siglo XVII.

Este cuerpo está compuesto por una nave de dos tramos cubiertos por bóvedas de crucería simple, reconstruidas, muy posiblemente, durante la restauración que sufrió el santuario en 1950 como consecuencia del huracán de 1941.
 Esta nave se remata con una cabecera recta, cerrada con una bóveda de crucería estrellada de cinco claves que exteriormente se refuerza con cotrafuertes en disposición diagonal.


 A los pies se alza un coro de madera sobre columnas de piedra de orden toscano, elevadas sobre dados decorados con motivos geométricos.

 En 1691 se construyó una casa para albergar a las beatas. En la actualidad se conserva junto al santuario una casa de características propias del momento en que se realizó el beaterio, por lo que es muy posible que se trate de esta primitiva construcción.

En esta casa destaca su división en dos pisos separados por una platabanda lisa y la presencia de vanos refajados.

Aunque generalmente las beatas no estaban sometidas a ninguna regla y vivían voluntariamente en comunidad, las beatas del santuario de los Remedios contaban con algún tipo de normas para el buen funcionamiento de la casa, según se desprende de la visita que realizó el arzobispo Navarrte a este edificio hacia 1706-1709.

La siguiente intervención relevante que se produjo en el santuario de los Remedios tuvo lugar en 1711, momento en que José de Vierna acometió la construcción de la portada.
 Esta portada está flanqueada por dos contrafuertes, entre los que se sitúa una bóveda de cañón, decorada con puntas de diamante, que cobija bajo ella la puerta de acceso, compuesta por un arco de medio punto, asentando sobre líneas de imposta.

Años más tarde, en 1733, se completó la fábrica del edificio con la ejecución de la sacristía-camarín que se abre tras la capilla mayor. esta obra fue realizada por Marcos de Vierna Pellón a partir de los diseños de Juan Antonio de la Sierra. Para lograr un efecto barroco, característico de estos camarines, el tracista empleó dos recursos fundamentales. Uno de ellos es la utilización de una luz dirigida que penetra por el óculo del testero, con la que se crea un ambiente irreal y teatral propio de estos ámbitos. 

 El otro componenete que asocia esta sacristía con la idea de camarín es el arco que se abre en el retablo, lo que permite designarlo como retablo-camarín, muy ligado a la mentalidad barroca que persigue acercar la imagen de devoción al creyente. Otro elemento a tener en cuenta con relación a esta sacristía-camarín es el constante deseo de armonizar con la fábrica antigua.



-M. A. Aramburu-Zabala, I. Cofiño Fernández, C. Losada Varea. La Junta de Siete Villas. Meruelo. Catálogo del Patrimonio Cultural de Cantabria, II. 2001.

Pueblo: Meruelo
Municpio: Meruelo
Comarca: Trasmiera
Fecha: 10-03-12 / 6-06-15