viernes, 4 de diciembre de 2020

Santoña

 Las excavaciones arqueológicas en el entorno de la iglesia de Santa María de Puerto han confirmado la existencia de un asentamiento de época romana entre los siglos I y IV que enlazaría después con la población medieval.

 Santoña aparece desde la Edad Media como un poblamiento disperso, estructurado en barrios que tienen su origen en las distintas casas fuertes de las familias preponderantes, hasta alcanzar a través de una antigua "carrera" el monasterio de Santa María, citado ya en ele año 863.

 Lope García de Salazar, en Las Bienandanzas e Fortunas, nos describe el origen mítico de la población. El mismo autor, más adelante, nos señala las principales familias, ya en abierto conflicto en el siglo XV.

 Vemos aparecer las familias que dan nombre a los barrios: La Cosa, Laverde, Pelegrín, del Haro, Maeda y Colino.

 Al principio, además del entorno del monasterio, las dos casas fuertes de La Cosa y Laverde estructurarían dos extremos de la población, en el centro el Colino, y después se añadirían las demás casas fuertes.

 Las casas accesorias colindantes a estos solares y casas fuertes se fueron vendiendo o arrendando a otros pobladores, surgiendo los barrios, siempre con un carácter muy disperso.

 El aspecto de población con un centro urbano regularizado y concentrado que presenta hoy Santoña se debe al ensanche comenzado en el siglo XIX.

 Los barrios y sitios que se citan en Santoña en la Edad Moderna son: Barrios de Peralvillo, de Haro, Piedrahita, La Ribera, El Colino, La Cosa, Laverde, Margotedo (sobre el que se ejercía señorío y estaba entre Arnuero y Meruelo, con la ermita de San Cosme y San Damián, donde se hacía feria el 27 de septiembre), del Muelle y La Pieza.

 A estos barrios se añade la Aldea del Dueso con su barrio o mier de Zozano o Luzano.

 Dentro de los barrios se localizan los "sitios", zonas concretas que recibían su propia toponimia: sitios de La Cruz del Pontón, Traslaverde, del Campo del pie del Monte, Camporraso, El Canal, Lariega, Satoñuca, Traslaiglesia, Peralvillo, El Corbo y Cagigal.

 Santoña desfrutaba de una licencia real para importar todos los mantenimientos necesarios, incluso del extranjero, privilegio del que disfrutaba en el siglo XVI, que fue renovado en 1603 y que continuamente se les trató de anular, en competencia con Laredo que pretendía tener todos los derechos comerciales del puerto.

 El duque de Lerma en 1613 se ofeeció a pagar la deuda que tenía Santoña de 9.000 ducados por los pleitos con Laredo, a cambio de que Santoña fuera enajenada de la Corona y pasara a vincularse a la casa y mayorazgo de Lerma, en un proceso de reufeudalización.

 La villa volvió a ser de realengo en 1705, tras el correspondiente pago que le libró del domino señorial.

 El carácter disperso de Santoña, con unas pocas casas entre huertas y arboledas, está resaltado en todas las crónicas de la Edad Moderna.

 Un documento del concejo, del año 1749, nos describe el emplazamiento casi aislado de Santoña, así como la escasez de terreno cultivable, que obligó a su población a dedicarse al comercio marítimo.

 En 1781 se señalaba la escasez de tierra cultivable. La descripción de Santoña por Francisco Javier de Bustamante en 1787 incide en las mismas características, con la escasez de tierra cultivable y la pesencia de limoneros,naranjos y viñedos.

 El hábitat disperso de Santoña se relaciona con la especial valoración que recibía la huerta que acompañaba a las casas.

Las antiguas casas-torre señoriales fueron arruinándose a lo largo de la Edad Moderna.

-M. A. Aramburu-Zabala. La Villa de Santoña. Catálogo del Patrimono Cultural de Cantabria II (2001)

Pueblo: Santoña
Municipio: Santoña
Comarca: Trasmiera
Fechas: 28-06-15 / 27-12-15 / 13-10-18

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