Iglesia parroquial de la Santa Cruz:
La construcción de la capilla mayor y las naves de la iglesia se llevó a cabo a lo largo del siglo XVII en dos fases claramente diferenciadas. En 1628 el maestro de cantería Pedro Díez de Llano, vecino de Riaño, hizo la traza y las condiciones de obra con las que se debería construir la iglesia, aunque parece que la obra ya estaba comenzada. Se hizo entonces la cabecera y los dos primeros tramos de la iglesia. La existencia previa de la capilla de Santiago condicionaba notablemente el proyecto de iglesia.
La obra presenta pilares de orden toscano con bóvedas de crucería, todas de cinco claves, salvo la primera de la nave mayor, con nueve claves, terceletes y ligaduras rectas.
Con la obra construida entre 1635 y 1638 sólo se había hecho la mitad de la iglesia, comenzando por la cabecera. Un maestro de cantería tasó la obra que faltaba por hacer para concluir la iglesia en cinco o seis mil ducados.
La iglesia estaba dispuesta a aportar los 50.000 reales de que disponía, más su resta anual de 200 ducados, así como la cuarta parte de los diezmos que percibía y otros 100 ducados de réditos y censos. Por su parte, los feligreses aportarían el acarreo de los materiales, la concesión de los lugares donde hacer la cal y las maderas necesarias. La obra fue contratada por Diego de Cicero, vecino de Hoz, en 58.800 reales.
La terminación de la iglesia a partir de 1684 por Diego de Cicero significaba, un proyecto más ambicioso, construyéndose dos naves. Se tiende ahora a la creación de un templo más espacioso, de tres naves. Pero si éste parece ser el objetivo final, en realidad se construyeron sólo dos naves, añadiéndose ahora la de la Epístola, mientras que en el lado del Evangelio se situaron capillas, todo lo cual unificaba en gran medida el volumen exterior de la iglesia, pero no el interior.
La obra se haría mediante grandes pilares toscanos cajeados, arcos de medio punto y bóvedas de crucería, en su mayor parte de cinco claves con nervios cruceros, terceletes y ligaduras rectas. En la nave mayor destaca una bóveda de nueve claves y combados que forman una gran circunferencia.
A los pies se dispuso el coro en alto, sobre arcos carpaneles muy rebajados y pilastras toscanas, cubriéndose con una bóveda de crucería. Resulta una obra de cantería muy espectacular y con una ejecución de la cantería muy correcta.
En 1767 se hicieron obras para unir la antigua sacristía con la capilla mayor y la nave de la epístola, transformándola en un tramo más de la nave de la Epístola. Para ello se hicieron dos carcos, obre que contrataron los maestros canteros de Ambrosero Juan Antonio de Manzano y Fernando Collado el 9 de agosto de ese año, por valor de 2.457 reales y medio, debiendo acabarla para navidad. Un arco uniría ahora a la antigua sacristía con la nave de la Epístola, rompiendo el muro existente.
-M. A. Aramburu-Zabala, C. Losada Varea. La Villa de Escalante. Catálogo del Patrimonio Cultural de Cantabria, II. 2001.
Pueblo: Escalante
Municipio: Escalante
Comarca: Trasmiera
Fecha: 24-03-12 / 7-11-15
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